El Canal de Panamá, abriendo el mundo
Casi cien años se cumplen de la construcción de una de las mayores obras de ingenierías que ha visto el mundo. El Canal de Panamá supuso no solo un salto cualitativo importante en cuanto a los métodos de construcción marítimo, sino en cuanto a las relaciones comerciales internacionales en todo el mundo.
El comercio marítimo ha supuesto, históricamente, una de las bazas con la que siempre ha contado la Humanidad en su progreso. Su eterna aspiración y ambición por conquistar la Naturaleza, por controlar los mares y la tierra y por crear nuevas rutas económicas por el mar movió en los siglos de los grandes conquistadores a muchos países e imperios a elaborar sus propias expediciones. Conquistar nuevas tierras, lograr nuevos hitos, y ser los primeros en abrir esas rutas otorgaban al país que lo conseguía grandes honores y reconocimiento, y sobre todo, un poderío comercial único. España, Portugal, Inglaterra y Holanda supieron ver la importancia de estas expediciones y su visión estratégica los recompensó con territorios nuevos y nuevos productos y mano de obra.
Cristóbal Colón llegó a América sin saber realmente la tierra en la que se encontraba, pensando que en su camino había llegado hasta las costas asiáticas, pero el descubrimiento del Océano Pacífico por Vasco Núñez de Balboa en el año 1514 podría considerarse como el momento en que surgió la necesidad de conectar ambos Océanos, ahora ya conocidos, el Atlántico y el Pacífico, en el menor tiempo posible, sin tener que rodear el cabo de Hornos por la parte sur del continente americano.
El importante descubrimiento que hiciera Balboa ya empujó al rey Carlos I de España a sugerir la posibilidad de encontrar un camino más recto que evitara las tan temidas y duras rutas de aquel cabo. Se crearía así el Camino de Cruces en primer lugar y siglos después, en el XIX, el ferrocarril de Panamá.
Como si de una carrera se tratase, todas las naciones se vieron envueltas en proyectos similares, desde los españoles hasta los estadounidenses recientemente. Las propuestas se sucedían: desde pasar por Panamá, por aquel entonces, en el siglo XIX, perteneciente a Colombia, hasta hacerlo por Nicaragua e incluso por México a través del istmo de Tehuantepec.
Paralelamente, a muchos kilómetros de allí, en Egipto se buscaba cómo unir el río Nilo al Mar Rojo. Corría el año 1859 cuando, basándose en un proyecto de Ferdinand de Lesseps, se comenzarían las obras de la construcción del Canal de Suez, que se inauguraría diez años después. Fue precisamente este ingeniero, el francés Ferdinand de Lesseps quien propuso construir otro canal, esta vez a través del istmo de Panamá.
Aprobado y comprado el proyecto por la por entonces astronómica suma de diez millones de francos, las obras se iniciaron en el año 1881. Desgraciadamente, la empresa que acometió aquella faraónica obra quebró ante los inconvenientes que presentaba la orografía local y que le suponía cada vez mayores cantidades de capital.
Estado de las obras del Canal en octubre de 1913
Las obras se pararon un tiempo hasta que Philipe Jean Bunau Varilla compró la empresa y solicitó ayuda económica a los EE.UU. Tras perder Colombia el control sobre el país, el 18 de noviembre de 1903 Panamá firmó el tratado Hay-Bunau Varilla con los norteamericanos por la que aquéllos quedaban bajo la tutela de EEUU, quien los reconocía internacionalmente como Estado a cambio de una franja de unas 10 millas de ancho en su territorio coincidente con la zona donde se construía el Canal y los derechos de explotación a perpetuidad del mismo, recibiendo por ello Panamá una suma de 10 millones de dólares y una renta anual de 250.000 dólares.
El Canal de Panamá fue inaugurado oficialmente el 15 de agosto de 1914 y pronto se convirtió en un punto clave en todo el comercio marítimo internacional. El 7 de enero del año 1914 la grúa flotante Alexander La Valle atravesó el canal, aunque de modo oficial, el honor de ser el primer buque en cruzarlo recayó en el vapor Ancón quien atravesó el Canal, inaugurándolo, el 15 de agosto de 1914.
Conscientes de la importancia de esta vía marítima, las tensiones sociales y políticas entre Panamá y EEUU no hicieron más que crecer a lo largo de los años hasta que el 7 de septiembre de 1977 el presidente Jimmy Carter firmó el tratado Torrijos-Carter por el que se le restituiría progresivamente la soberanía sobre el Canal a Panamá fijando el 31 de diciembre del año 1999 como la fecha en que el estado panameño asumiría totalmente la gestión del mismo.
Foto de Stan Shebs
Category: Turismo e Historia en America
interesante