El Motín del Té de Boston

| Javier Gómez

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Las colonias del Imperio Británico se extendían por todo el mundo, desde Oriente a Occidente. Sin embargo, el férreo control que parecían imponer en la exótica India no se asemejaba en nada a las prácticas de gobierno aplicadas en territorio americano.

Norteamérica se autogobernaba. Si bien había leyes inglesas e incluso Gobernadores nombrados por la Corona británica, lo cierto es que eran los propios norteamericanos los que regían su destino.

Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XVIII la vasta extensión de su Imperio generaba una cada vez mayor demanda presupuestaria que arrastraba al país hacia deudas dificilmente sostenibles. Gran Bretaña empezó a creer que esas riquezas que faltaban debían extraerse de las colonias, mayormente de las occidentales, mucho menos explotadas. Así, en 1763, promulgó la Ley de Proclamación que delimitaba la frontera de Occidente en los Apalaches.

Esta primera Ley vino acompañada de una mayor presión fiscal que se materializó en la Ley del Azúcar, que se aprobó en el año 1764, con la que se gravaba no sólo el azúcar, sino otros productos como el café, los vinos o algunos tejidos.

Evidentemente el descontento se apoderó de una población que veía un cada vez más férreo control de su economía. Los colonos perdían en sus comercios a costa de mantener a un Imperio por el que no se veían representados. Fue ésta el principal argumento esgrimido para no acatar dichas leyes dado que no contaban con representación legal en el Parlamento Británico.

A pesar de la cada vez más creciente tensión social en la colonia americana, el Gobierno decidió continuar con su afán recaudatorio y promulgar la Ley del Timbre que establecía una tasa por todo documento formal escrito.

Nueva York y Boston eran las dos principales ciudades enfrentadas al gobierno británicas. En concreto, ésta última siempre se habái caracterizado por su caracter rebelde y su capacidad independiente. Manifestaciones e incluso revueltas hicieron acto de presencia por sus calles, y, finalmente, ante los gérmenes de violencia que comenzaban a aparecer, nueve de las por entonces trece colonias americanas consiguieron representación en el Congreso de la Ley del Timbre. Representación ésta en cierto modo «ficticia» pues si bien consiguieron la derogación de dicha ley, no pudieron hacer nada ante la promulgación varios meses después de las Leyes de Townsend con las que se gravaban artículos cotidianos como el papel, la pintura o el té.

Las revueltas se transformaron en un boicot a los productor británicos, los cuales dejaron de importarse. En Boston, como siempre a la cabeza de las manifestaciones, se creó el grupo de patriotas «Hijos de la Libertad» cuyas intenciones independentistas solo consiguieron en principio la ocupación de la ciudad por el ejército británico. Finalmente, en el año 1770, en plena revuelta, el ejército disparó contra la población ocasionando la muerte de cinco colonos en lo que se daría a conocer como «la matanza de Boston».

La muerte de esos colonos no fue en vano, aunque si bien se anularon las Leyes de Townsend, sí que se mantuvieron los impuestos que gravaban el té. El boicot continuó en este producto, que empezó a importarse clandestinamente procedente de mercaderes holandeses.

La respuesta del Parlamento Británico no se hizo esperar, y para controlar ese comercio ilegal se dio el monopolio del comercio de este producto a la Compañía de las Indias Orientales.

La primera partida traida por los barcos de esta compañía ocasionó los primeros disturbios. Los colonos se negaron a desembarcarla y muchos de loas barcos hubieron de regresar con sus partidas intactas. El Parlamento se mantuvo firme y exigió el desembarco de las mercancías, pero los bostonianos, lejos de amedrentarse hicieron frente una vez más a la afrente británica.

El 16 de diciembre de 1773 varios colonos disfrazados de indios abordaron tres barcos de la Compañía, el Eleanor, el Beaver y el Dartmouth que se encontraban en el puerto de Boston y arrojaron todo su cargamento al mar. Más de 40 toneladas de té quedaron a merced del mar como resultado del «Motín de la Fiesta del Té»

La nueva respuesta del Imperio llegó mediante cuatro nuevas leyes:

  • el Acta del Puerto de Boston que cerraba el puerto a los colonos hasta tanto no hubieran pagado los desperfectos ocasionados
  • la ley de la Administración de Justicia por la que los funcionarios británicos no podían ser juzgados en las colonias
  • la ley del Gobierno de Massachussets, que anulaba el autogobierno de la colonia
  • la ley de Quèbec que ampliaba las fronteras más hacia el sur, con lo que el imperio se apropiaba de las tierras de bastantes más colonos

Fueron éstas las conocidas como «Leyes Coercitivas» a la que los colonos calificaron como «Leyes Intolerables«.

Nuevos boicots y manifestaciones, esta vez con un mayor apoyo de otras colonias americanas desembocaron poco tiempo más tarde en las primeras batallas de la Guerra de Independencia Americana.

UN POCO DE TURISMO POR BOSTON

El Puerto de Boston es uno de los de más tráfico de toda la costa atlántica de Estados Unidos. No sólo por tráfico de pasajeros, que aumenta cada año que pasa, sino por tráfico de mercancías. Evidentemente, su pasado histórico le granjea muchas curiosidades y visitas e incluso hay compañías que ofertas un recorrido del mismo desde alta mar.

Hay, además, en Boston, una ruta histórica, la conocida como «Freedom Trail», un recorrido de unos ocho kilómetros que transita por todos los lugares importantes de lo que fue el proceso de Independencia americana. La línea roja que está pintada en el suelo nos llevará hasta elcementerio de Granary donde descansan importantes personalidades americanas, entre ellos, tres de los firmantes de la Declaración de Independencia. Cerca está también el «Cementerio del Rey» donde están los restos de Elizabeth Pain, en quien se basó el libro «La letra escarlata». El edificio de Old State fue sede del gobierno de Massachussets, y desde él se leyó la declaración de Independencia por primera vez en Boston. Paul Revere, héroe local en la guerra también cuenta con su propio museo en la que fuera su casa. Y, por supuesto, estál a visita al Puerto, donde ocurriera el Motín del Té.

Aunque son muchas las visitas a hacer, no está de más el conocer la que es una de las más importantes Universidades de toda Norteamérica, la de Harvard.

Alegre y señorial, Boston nos ofrecerá, sin duda, un magnífico tour por la Historia.

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Category: Turismo e Historia en America




Comentarios (2)

  1. mario dice:

    No tienes bibliografiasss?? porfavor

  2. Panchita Ramirez dice:

    no le entendi nada