Krakatoa, la mayor erupción volcánica documentada

| Javier Gómez

Mapa de Krakatoa

La erupción volcánica del Krakatoa en el año 1883 representa la imagen más clásica y terrorífica de lo que el imaginario local pueda suponer sobre lo que debe ser un cataclismo volcánico sin control. Una gran explosión, el lanzamiento de magma, las nubes y el flujo piroclástico, el tsunami posterior y el fallecimiento de miles de personas, amén de la desaparición de toda una isla. Es el mayor horror que cualquier mente pueda imaginar cuando se enfrenta a las fuerzas descontroladas de la Naturaleza.

Pero situémosnos en el espacio y el tiempo. Era Krakatoa (o Krakatau, como la conocen en Indonesia) una isla formada por tres conos volcánicos situada en el estrecho de Sonda que une al Mar de Java con el Océano Índico, entre Sumatra y Java. Aquella isla tenía  kms. de largo por 5 de ancho, y formaba parte de un conjunto de tres pequeñas islas que a fin de cuentas eran los bordes de una caldera volcánica formada hacía muchos miles de años. Los tres conos volcánicos que la formaban no eran demasiado altos pues el Rakata, el más alto de los tres, medía «tan sólo» 823 metros, mientras que el Perboawatán, el más bajo, tenía 122 metros. El más pequeño, el central, era el Danan, de 445 metros.

La actividad sísmica venía siendo registrado desde aquel mayo de 1883. Los tremores y terremotos eran cada vez de mayor graduación, tanto que algunos fueron incluso sentidos en la lejana de allí Australia. Finalmente, el 20 de mayo de 1833 se produciría la primera de las erupciones, la del Perboawatán, que arrojó una columna de humo de casi 6 kms. de altura. Sin embargo, pocos días después, todo signo de una posterior erupción mayor pareció detenerse. Lejos de la realidad, aquéllo no fue sino la clama que precede a la tormenta.

El volcán, de tipo estratovolcán, fue acumulando magma en sus entrañas como demostraron los gases que los piroclastos lanzados al exterior contenían. Este tipo de volcán contienen un magma viscoso que tiene la propiedad de enfriarse con facilidad endureciéndose a escasa distancia. Lo que pocos podían imaginar es que en el interior de aquella isla, esta propiedad era la que estaba haciendo que poco más abajo de la boca volcánica se estuviera formando un gran tapón solidificado que impedía la salida natural a la lava que, poco a poco, iba acumulándose por debajo. Era cuestión de tiempo que la presión hiciera saltar por los aires aquel tapón como ciertamente hizo pocos meses después.

Nuevas fisuras iban dejando escapar pequeñas erupciones, como la del 19 de junio, entre el Perboawatán y el Denan, pero con el paso de los días, la actividad sísmica era cada vez mayor. La lucha entre el mar por entrar en su interior, y la lava por salir ejercía una presión insostenible. Finalmente, el 26 de agosto, a las 14 h. Krakatoa erupcionó, esta vez, por los tres conos volcánicos al mismo tiempo. El espectáculo fue impresionante, con una nube de cenizas que alcanzó los 27 kms. de altura. Las explosiones se sucedían una tras otra mientras un primer tsunami, no demasiado grande, llegaba hasta Sumatra.

34 horas después de aquella erupción múltiple se produjo la gran explosión, la mayor erupción volcánica documentada hasta ahora, además de ser el efecto sonoro de mayor intensidad captado hasta ahora en la Historia de la Humanidad. Aquella explosión fue tan salvajemente violenta que alcanzó los 180 decibelios y se llegó a escuchar hasta a 3.500 kms. de distancia en Australia y en las Islas Mauricio. Desencadenó una energía de 200 megatones, diez mil veces más poderosa que, por ejemplo, la bomba atómica que arrasó Hiroshima, y prácticamente dejó sordos a todos los humanos en 40 kilómetros a la redonda.

Con aquella gran explosión, la isla de Krakatoa practicamente desapareció del mapa, pero la misma trajo gravísimas consecuencias en sus alrededores. Por un lado, una impresionante corriente de flujos piroclásticos similar a la que arrasó Pompeya siglos atrás, se deslizó por todo el estrecho de Sonda avanzando a una velocidad de 300 km/h. hasta las costas de Sumatra. La población costera de Kettimbang fue arrasada por ella, y más de dos mil personas murieron al instante, carbonizados, solamente en aquel municipio. Hacia el otro lado, hacia Java, un no menos impresionante tsunami arrasó las costas javeñas. En Anyer, en la costa de Java, y alrededores, más de 34.000 personas murieron por la inmensa ola. En total, las cifras oficiales de víctimas por aquella gran explosión alcanzaron las 36.470 personas. Como muestra que constata la fuerza de aquel tsunami, el «Berout», un buqe de guerra de bandera alemán, que estaba atracado en la costa, acabó en medio de la jungla, casi cuatro kilómetros más allá de la costa, tierra adentro.

Apenas quedó un pico del Rakata. Todo lo demás, bajo el mar, quedó convertido en una gran caldera volcánica que desde entonces ha seguido con actividad volcánica. Tanto es así que en 1927 una nueva erupción volcánica submarina originó al volcán Anak Krakatoa. Hoy día el Anak alcanza una altura superior a los 300 metros y guarda en su seno, según muchos vulcanólogos, una fuerza magmática interior igual o superior a la del antiguo Krakatoa.

Estrecho de Sonda

UN POCO DE TURISMO…

POco o nada queda de aquella isla. En su lugar ahora se levanta el Anak Krakatoa, de 315 metros de altitud, y por supuesto, en varios kilómetros a la redonda, todo signo de vida quedó borrado del mapa. Si en Sumatra ciudades como la mencionada Kettimbang o Teluk fueron arrasadas por los piroclastos, en Java, algunas, como Anyer fueron reconstruidas. En esta ciudad, por ejemplo, del faro original sólo queda la base que ahora puede contemplarse desde las alturas del nuevo faro, situado más arriba. Sin embargo, buena parte de las poblaciones de la costa dejaron de existir y hoy día están ocupadas por la vegetación formando parte del Parque Nacional de Ujung Kulon.

Este Parque, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991, rodea al antiguo volcán Krakatoa, entre Banten, en las costas de Java, y Lampung, en las de Sumatra. Kilómetros y kilómetros de selva tropical se extienden por el Parque, aunque lógicamente es su interés vulcánico el que le valieron ser declarados como Patrimonio.

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Category: Turismo e Historia en Asia




Comentarios (4)

  1. noelia dice:

    es guenial

  2. ona dice:

    quanta documentacion. me aveis echo el travajo.

  3. ALEX dice:

    Está muy bien

  4. alejandra dice:

    muy buenna informacion yo me acuerdo de cuando vi la pelicula krakatoa al oeste de java