Heijo-kyo, actual Nara, primera capital de Japón

| Javier Gómez

Aniversario de Nara

Nara, una de las ciudades más bellas de Japón, cumple en este 2010, 1.300 años de existencia. Fue en el año 710 de nuestra era cuando la emperatriz Gemmei fundó Heijo-kyo, situada un poco al oeste de lo que hoy es la actual Nara.

Acababa de comenzar el periodo Nara dentro de la Historia de Japón, una de sus etapas más prolíficas, literariamente hablando, cuando en ella se escribieron el «Kojiki» y el «Nihon Shoki«, consideradas las primeras recopilaciones que se hicieron con la historia del país, el «Manyoshu«, la más conocida antología de poemas japoneses, y el «Kaifuso«, otra antología de poemas, éstos escritos en chino por emperadores y príncipes japoneses.

Tras el fin del período Asuka, Gemmei llegó al trono del imperio. Hasta el siglo VIII, la política del país era mucho más familiar y controlada, tanto que no se hacía necesario tener una capital gubernamental dado que los asuntos de gobierno se resolvían en el mismo palacio del Emperador. Éste podía considerarse la capital del país, y eran los miembros de la casa quienes se encargaban de dirigir el Gobierno de Japón. La costumbre dictaba que al morir el Emperador, el Palacio entero debía ser pasto de las llamas pues estaba íntimamente ligado con el fallecido, y el nuevo emperador debía llegar con su propio legado.

Pero Japón siempre fue un país ambicioso, y tenía en China, tan poderosa en aquella época, el fiel reflejo de la que debía ser su forma de actuar si querían tener un control mejor de su propio imperio. La burocracia imperial había aumentado y cada vez más, se hacía necesario el contar con un lugar desde donde dirigir los asuntos del país.

En Fujiwara-kyo ya se levantó un primer palacio gigantesco en el año 694 y estuvo dedicado a tres emperadores consecutivos, pero fue el de Heijo-kyo, levanto por Gemmei el definitivo.

Era este palacio, construido en el año 710, mucho más grande incluso que el de Fujiwara, con 4 kms. de lado. Diez años tardó en terminarse, pero cuando lo hizo, Heijo, la población que creció a su alrededor contaba ya con 200.000 personas en el año 720.

Fue aquí donde se estableció la primera capital oficial de Japón, y desde allí se dirigió con acierto los destinos del país durante más de 70 años, hasta el 784 cuando el Emperador Kanmu se llevó la capital a Nagaoka-kyo iniciando así el periodo Heian.

Durante el periodo Nara, el gobierno, la cultura, e incluso las leyes japonesas promulgadas en aquellos años transcurridos entre el 710 y el 784 se fijaron mucho en su vecina China. Adaptaron el modelo de escritura chino, al japonés e incluso en materia religiosa se volcaron y abrazaron definitivamente el budismo que vivió un rápido crecimiento en el país.

UN POCO DE TURISMO EN NARA

Nara es una ciudad pintoresca; es cómoda de visitar por su tamaño, bastante pequeño y porque destaca por su tranquilidad y belleza. Aquí olvidáos del estrés de las grandes ciudades japoneses, pues pasear es un auténtico placer que nos llevará a querer andurrear por sus callejas y absorver de entre ellas la esencia de tantos años de Historia.

Hay varios lugares dignos de pasear. La ruta del Parque de Nara es realmente encantadora. No en vano cuenta con tres templos que son Patrimonio de la Humanidad.

El templo Kofukuji, una pagoda de cinco pisos fundada en el año 710 por la familia Fujiwara, es el símbolo de la ciudad. En él está el Museo del Templo, y varias estatus de Buda de gran valor histórico. Adentrándote en el Parque encontrarás el Museo Nacional de Nara, especializado también en arte religioso. El Templo Todaiji es otro de los Patrimonios de la Humanidad de esta provincia, construido en el año 752, y centro de culto de los templos japoneses. El tercer patrimonio es el Santuario de la Familia Fujiwara, uno de los más conocidos de todo Japón.

Puerta Suzakamon

Por último, la visita a los restos del antiguo Palacio Heijo-kyo, del que se reconstruyó la puerta Suzakumón, que fuera en tiempos la entrada principal al palacio imperial.

Me resta aconsejaros que os paséis por el distrito de Nara-machi, el más pintoresco de los de la ciudad, un antiguo barrio artesanal que representa lo más tradicional de Nara y ejemplo perfecto de lo que esta ciudad puede aportarnos.

Foto via: jnto

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Category: Turismo e Historia en Asia




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