Mohács, la más dura derrota de Hungría
Batalla de Mohács – Bertalan Székely (Galería Nacional Húngara)
Temidos por toda Europa, el imperio otomano se había hecho fuerte en los últimos dos siglos desde que allá por el año 1331 conquistaran Nicea y más tarde Bursa. Fue a partir de ahí cuando comenzaron a tener los recursos necesarios como para destaparse como un gran reino que se tornaría más y más ambicioso. Apenas 23 años después, y de la mano de Suleyman Paça se establecieron en Galípoli, entrando así por primera vez en territorio europeo.
A partir de ahí la presión turca se cernió sobre los Balcanes, y de la mano de Murad I, el primer sultán otomano, comenzó la expansión europea. Tanto fue así que incluso el Papa hubo de intervenir para proclamar una bula con la que se exhortaba a la Cruzada contra los turcos. Aunque ésta se realizó, el empuje turco era excesivo y éstos continuaron avanzando hasta encontrarse ante los límites húngaros tras la batalla de Kosovo.
A principios del siglo XVI, el Imperio Otomano vivía su momento de mayor esplendor. Dominaban ya una buena parte de Asia Menor, de Oriente Medio, del Mediterráneo Oriental, el litoral del Mar Negro y la región de los Balcanes. Enfrente quedaba todo un reino, Hungría, que había recibido oficialmente el título papal de «último bastión del cristianismo en Europa» ganado tras su victoria en el año 1456 en el Sitio de Belgrado frente a las mismas fuerzas turcas.
Sin embargo, llegado el año 1526, las fuerzas que habrían de medirse en Mohács estaban muy desequilibradas. La rivalidad y el enconamiento había crecido con el paso de los años, y Hungría se había convertido en un objetivo prioritario para los turcos. El 29 de agosto del año 1526, lo que por aquel entonces era un pequeño pueblecito situado a tan sólo 185 kms. de la actual Budapest, Mohács, fue el escenario de la más cruenta batalla que recuerda Hungría y el más humillante de sus episodios históricos.
Frente a frente se encontraban los ejércitos del rey Luis II de Hungría y del sultán otomano Solimán el Magnífico. A punto estuvieron los húngaros de conseguir la victoria pues, a pesar de su inferioridad, diezmaron a los turcos, pero lejos de continuar con la persecución de éstos, se detuvieron en las llanuras cercanas al Danubio para saquear el campamento otomano, sin avistar a los jenízaros que venían desde las partes altas. Pronto se vieron rodeados por el grupo de los soldados de élite que un día, dos siglos atrás, fundara el primer sultán otomano. El acoso fue constante y rápido y finalmente cayeron capturados.
En la huida, el rey Luis II cayó de su caballo, momento que aprovecharon los turcos para matarlo (otras fuentes citan que el rey cayó en el río donde murió ahogado). Conseguida ya la victoria, el sultán Soleimán ordenó matar a los 2.000 soldados húngaros apresados.
Cuenta la leyenda que al salir victorioso Suleimán dijo: «cogí la Corona de Hungría y se la regalé al último de mis esclavos»
Aquella dolorosa derrota supuso la pérdida de la independencia de Hungría que fue repartida entre el Imperio Otomano, los Hagsburgo de Austria y el principado de Transilvania. De la noche al día todo un reino había desaparecido disgregado. Caído el último bastión del Cristianismo comenzaba así el verdadero enfrentamiento entre Oriente (los turcos) y Occidente (representados por el Imperio Austríaco que a su vez se habían hecho con Bohemia y Croacia). Casi dos siglos continuaron las luchas entre austríacos y turcos antes de que el imperio otomano perdiera todo su poderío en Europa.
Sin embargo, de Mohács queda el triste recuerdo para los húngaros de ser el más deshonroso y doloroso episodio histórico que han vivido.
UN POCO DE TURISMO EN MOHACS
Queda dicho que Mohács se encuentra a apenas 185 kms. de Budapest en la orilla derecha del Danubio. Es una tranquila población, típicamente centro europea en la que os recomendaría visitar su iglesia parroquial del año 1766, y cuya simbólica torre se levantó 16 años después. En recuerdo de aquella trágica batalla, también os recomendaría visitar el Memorial que se ha construido en el que fuera el campo de batalla. La iglesia luterana, la Votiva, la franciscana… son varios los monumentos que podréis visitar, aunque mayoritariamente son religiosos. A nivel nacional, lo más conocido de Mohács es, aparte de aquel hecho histórico, su extraño carnaval en el que desfilan los «busó», personas que se visten con una piel de oveja y máscaras negras con cuernos de carnero y que cumplen cada invierno el ritual de bailar por la llegada pronta de la primavera.
Category: Turismo e Historia en Europa
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