El muro de Adriano, historia romana en Britania

| Javier Gómez

La Muralla de Adriano

Eran los años 55 y 54 a.C. cuando César comenzó la conquista del país. En pocos años la actual Inglaterra pasaría a formar parte del Imperio Romano como una más de sus provincias, Britania, aunque en este caso la romanización sería muy diferente a la que se hiciera en otras provincias más cercanas. Aquí, en Britania, se mantuvieron muchas de las estructuras socioculturales de la población autóctona que la habitaba.

Más de 150 años después de la entrada romana en territorio británico, comenzaría la construcción de uno de los mayores legados que aún se mantienen de aquel Imperio: el Muro de Adriano.

Adriano se convirtió en emperador de Roma en el año 117. A diferencia de su antecesor, Trajano, su caracter era mucho más tranquilo y su política, pacifista, se centraba en la consolidación del Imperio que había llegado a sus manos para lo que se fijó determinar cuáles eran los límites romanos a fin de facilitar su defensa. Para ello renunció a conquistar Mesopotamia, batalla iniciada por Trajano, y Armenia, y se centró en firmar tratados de paz con las tribus limítrofes del Este, como los partos. De ese modo pudo centrarse en los límites occidentales y, principalmente, en la provincia de Britania.

Dentro de esta política antimilitarista surgiría la construcción de la llamada Muralla de Adriano, al norte de Inglaterra, cuyo principal fin era defender los territorios británicos conquistados de las incursiones de los pueblos provinientes del norte, sobre todo, los escotos y los pictos, contra quien debían tener continuamente en guardia a las guarniciones.

El Muro es un sistema defensivo que comenzó a construirse en el año 122, cuenta con una longitud de unos 120 kms. y fue, por aquel entonces, una de los obras de ingeniería de mayor calado. Se extiende de costa a costa de Inglaterra, desde la ciudad de Carlisle, en el Mar de Irlanda, hasta la desembocadura del Tyne, en el Mar del Norte. En general discurre en paralelo a este río surcando los frecuentes valles y montes de la cordillera de los Peninos.

Durante los ocho años que duró su construcción, se formó un sistema defensivo que cuenta con tres líneas de defensa, con el muro como elemnto central y con dos fosos, uno a cada lado, discurriendo en paralelo a aquél.

El primero de los fosos tenía una anchura de 9 m. por una profundidad de 3 m. Por su parte, a continuación, el muro alcanzaba una altura de 6 m. Al interior, el segundo de los fosos tenía una anchura de 6 m. con una profundidad de 3 m. y entre este foso y el muro, un camino que servía para que los soldados pudieran desplazarse a lo largo del muro.

Jalonando el muro se levantó un fortín cada 1.500 metros, en los que se alojaba un destacamento con 20 legionarios, y junto a estos fortines, y a intervalos también regulares, se construyeron fuertes mayores para tropas de más legionarios.

Si bien en un momento posterior fue la muralla de Antonino Pío la que asumió la función defensiva de la de Adriano, construida un poco más al norte para contener a los caledonios, cuando ésta se abandonó, volvió a ser el Muro de Adriano el que marcó los límites del Imperio Romano en territorio británico.

Construccion del Muro de Adriano

Al menos, hasta el año 410 cuando los romanos dejaron Britania. Eso significó el abandono de las fortalezas y en consecuencia, el carácter defensivo para el que había sido creado perdió sentido. A lo largo de los siglos siguientes, y hasta bien entrado el XIX, el muro fue poco a poco desapareciendo, por un lado para favorecer la circulación de tropas entre un lado y otro, y por el otro, porque sus piedras fueron utilizadas en las construcciones de otros edificios más útiles.

Newcastle es la ciudad donde mejor puede estudiarse este muro, del mismo modo que Greenhead, cerca de Carlisle donde los restos están en mejor estado.

UN POCO DE TURISMO

Recorrer el muro alquilando un vehículo puede ser, en principio, el mejor sistema. Queda dicho que no es mucha la distancia de una punta a la otra, pero sí hay que tener en cuenta ciertos puntos de especial interés:

– Carlisle: está la Art Gallerie y el Tullie House Museum que albergan exposiciones del Muro de Adriano.

– Vindolanda: es uno de los mejores puntos para conocer la vida de los antiguos campamentos romanos, pues ofrecen incluso una recreación. Es uno de los antiguos asentamientos que mejor se conservan.

– Northumberland: aquí está el fuerte romano mejor conservado de todo el Reino Unido.

– Carrawburgh: están los restos de un templo dedicado a Mitra.

– Cumbria: Birdoswald Fort, un centro interactivo en el que nos cuestan la historia del Muro.

 

Foto principal vía: la brújula verde

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Category: Turismo e Historia en Europa




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